martes, 11 de noviembre de 2008

simplemente.

probablemente esto sea lo más decidor que he escrito en la red. pero en vista y considerando que sólo tú y yo leeremos estas palabras, es que me arriesgo a decirlas sin que quieras esconderte bajo mi cama, o aún peor, lanzarte desde mi balcón.

eres tú, amor, la razón de las ideas, el futuro de las metas, la consolidación de mi inigualable capacidad de imaginarme allá tan lejos tomada de tu mano. eres tú y nadie más, el motivo de las escasas madrugadoras mañanas de fin de semana; tú, amor, el hombre que siempre busco y buscaré en cada sombra que se dibuje en las paredes. dejo cada noche mi cortina entreabierta, para ver si entre mis juegos de figuras y formas consigo plasmar la silueta de tus ojos, el olor de nuestras noches. simplemente porque eres tú y siempre serás tú.

cobra sentido - me digo absorta - ese cliché del amor de tu vida. y mi vida está directamente mirando tu semblante, en paz y en armonía, sólo para gritar al mundo ven aquí, encontré el significado. mírame tú también y dime si te percatas de cuán luminosos enamorados somos, soñadores e idealistas de nuestro mañana perfecto, de límites irreales. cobra sentido, el amor de mi vida: estancado en la puerta, queriendo quedarse y obligándose a partir. pero no más, eres ya el amor de mi vida, el tú presente que se queda porque quiere, quiero y merecemos que se quede.

voy a amarte por siempre, y si todos lo dicen no importa. quizás lo dije también alguna vez antes. sin embargo, te aseguro que nunca antes lo hice con los ojos llenos de lágrimas, no de tristeza sino de admiración. yace mi existencia en esta cama de tantas historias, un beso robado, llantos y un déjame, no quieres estar. pero quisimos y nos admiro, por valientes y persistentes, por demostrarmos a nosotros mismos de qué está hecho realmente el amor. y dé qué será te preguntas. pues de la propia vida, del deseo insaciable, de la pasión que perdura y hace perdurar.

para siempre tú, por la compleja razón que un discípulo ama indefnidamente al maestro. orgullo de sus pasos (los tuyos), hambre de su sabiduría (la tuya), anhelo de su aprobación. porque aún siendo este lío de mujer que soy, tú sigues creyendo que soy perfecta. porque encontré en ti, el hombre que yo quiero, y es más, el que necesito.

te amo, hasta el último de los días.
feliz primer año, cuarto mes y quinto día desde el día más precioso que he tenido.

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