paréntesis.

escribir en momentos como éste es un arte que sobrepasa el arte mismo de escribir.

dejar fluir las letras del abstracto pensamiento a la (no tan) concretísima pantalla del macbook, cuando lo único que parece importar es hacer lo inverso (sí, abducir las letras desde la pantalla hacia el infinito pensar y rezar porfavorsequedenahíhastaelmiércoles)... todo un arte, hecho y derecho (tal como mi mamá dice que soy, no un arte, claro). es increíble cómo la ingenua inspiración sigue acosándome más que de vez en cuando, sin dejarme respirar ni olvidar de dónde vengo. y pensar que estuve a un paso de convertirme en papeles con corazón, pulmones y -tal vez- hígado. pensaba en ese segundo eterno que un par de clics (la modernidad oye) separaban mis disímiles postulaciones: medicina uvé o literatura puc. pero era más, sin duda: un par de clics decidían al menos por un instante mi destino, el rumbo, la meta.

me he arrepentido? muchas veces, aunque no me guste aceptarlo. pero es sólo cuando la inspiración me acorrala en cualquier rincón o en cualquier razón y yo tengo que someterme a la realidad que te golpea de frente. hoy no amiga, hoy no, tengo mucho que estudiar.

medio qué?

desde hace unas horas me han dado unas ganas casi irreprimibles de tumbarme sobre mi espalda, mirar el techo y llorar. menos mal que existe ese casi, menos mal que aún sigo sentada tras la pantalla del mac, leyendo y releyendo lo de ayer, lo de hoy, lo de mañana... en esta rutina sin fin que no parece acabar. dicen que no acaba y creo que no acabará. menos mal que sigo, porque "ay de mí si no lo hago": perpetuaré el ciclo eterno que me tortura de vez en cuando.

me denomino mártir y me creo el papel autoflagelándome por una causa que perdí hace tiempo; que quizás muchos de nosotros perdimos hace años (y algunos todavía no se dan cuenta...). mi sentido es tan distinto que no sé cómo congeniarlo con esta competencia macabra que se nos ha instalado en las mentes y razones. qué hago con mis manos y corazón, qué hago con mis ojos y las lágrimas que he aprendido a reprimir gracias al tiempo, los rostros amigos, los rostros maestros. me gustaría ser la misma niñita de carita redonda que cruzó la puerta del hall codo a codo con su hermano mayor, llena de expectativas y sueños ingenuos. de ella poco queda, a ella le han quitado tantos ideales, tanta preguntas, tantas verdades. me gustaría volver a las primeras palabras que dije en voz alta y clara.

y por qué quieren ser médicos? siempre hemos sabido el porqué, la gracia está en recordarlo. por favor, no me hagan olvidarlo.

tantas veces.

te digo te amo
y te amo tantas veces
no vaya a ser
se te olvide por segundos
y se te pase el suspiro esperando
la suave modulación de mis labios
diciéndolo otra vez
te digo
por si las moscas
y por si la vida
se encargaran de darme a conocer
más de lo que que me conoces
y te dieras cuenta
de una vez por miles
y te amo no sería suficiente
y ay niño
qué digo si no lo es
te digo
te amo y te amo de nuevo
no vaya a ser
te engañes amor
pienses que me he vuelto mía
otra vez
te repito tantas veces
y te amo tan seguido
por si a la vuelta de este día
se me secan las letras
se me estancan los abrazos
se me esfuman el cuerpo y los años
por si te pierdo
o me pierdo
o nos perdemos
te amo.

recién hoy.

acabo de comenzar a entender, aún cuando sé, no terminaré de comprender.

qué hacer
qué decir
si te vi por fin
y no
tan claro como el agua
que no
no estabas y no estarás
te vi y no
y qué decir.