domingo, 17 de mayo de 2009

epílogo.

sí, soy una sentimental, una llorona empedernida. de esas que lloramos a los ídolos cuando parten y decimos que se nos escapa un trozo de inspiración. un hasta siempre para uno de los más grandes escritores latinoamericanos de la historia. hasta siempre, querido maestro. hasta siempre, tú, que desde tan lejos me enseñaste a escribir. para mí, no eres uno de los mejores; eres simple y rotundamente, el mejor.


qué mala poeta sería
si pasara en vano tanta emoción
y dejara arrancar
de mi vista y mis recuerdos
estas lágrimas sinceras
y más que sinceras, extrañadas
de emerger de estos (mis) ojos
atravesando estos (mis) pómulos
cayendo en esta (mi) tierra.

se fue el maestro dirán algunos
el padre de las letras
el hombre de cinco nombres
se fue y partió
sólo para encontrarse, pienso yo
con ella
la madre de sus versos
la mujer de sus amores.

se fue y no sé
será la italia que nos convoca
la sangre lejana o la tinta del lápiz
el regreso al hogar o el exilio de las raíces
las críticas a este mundo o tus ganas de sanarlo
el canto desesperado por recitarle al amor
o todo, simplemente
cuál será el motivo del llanto
silencioso y cauto llanto
el porqué del duelo
injustificado, pensará uno que otro
saciado de razones
digo yo.

no sé
y probablemente no importa
sin embargo
hoy de mí
ha partido un trozo
se me ha desvanecido un rostro
se me ha esfumado un verso.


al fin te reúnes con tu luz. a Dios, mario benedetti.

domingo, 10 de mayo de 2009

gloria.

estabas ahí
entre las mantas respirando
haciéndote
como siempre
la dormida más profunda
y yo a tu lado
impensable
jugando tu mismo juego
haciéndome que dormía.

con los ojos bien cerrados
sólo quedaba escucharte
hablaras o no
rieras o no
lloraras o no
escucharte por lo simple
por lo bajo, imaginarte
por todos aquellos días
y cada gesto
regalado.

estaba yo ahí
con la sonrisa estampada
en la cara y el alma
quieta plenitud
fantástica paz
sólo respirando tus anhelos
soñando con tus sueños
mirando de re ojo
y de vez en cuando
tus ojos bien cerrados
al hacerte la dormida.

hasta que sin previo aviso
ni posterior disgusto
sentí que resoplabas
en señal de un cuerpo rendido
ante el milagro del sueño
y pensé entonces
qué dichosa te sentirías
luego
al despertarte y contemplar
el don de la vigilia.

pensé entonces
qué dichosa estaba yo
de poder atribuirme tu sueño
agasajo del tiempo
obsequio de las horas
qué dichosa estaba
de poner un beso en tu mejilla sonrosada
tocar tu frente suave
mirar tus ojos y saberme
tan tuya de las entrañas
reflejarme en tus pómulos y saberte
tan mía de las ternuras.


para mi madre, quien recibirá este poema como un reflejo en miniatura de cuánto la amo. para esa mujer que duerme tarde, mal y nunca, sólo porque vela el sueño a los demás.

miércoles, 6 de mayo de 2009

cheers, que se cumplan los deseos.

cómo decir algo que no haya dicho ya. cada día que pasa, se me hacen menos las palabras... ¿será que casi las he ocupado todas? ¡imposible! sé que quedan, sé que aún están.


ojalá pudiera regalarte
amor
la vida entera y más que la vida
ojalá pudiera darte
mis ganas tan tuyas de vivir
mis expectativas tan mías de ser libre
el deseo inagotable
las ansias que no terminan

y jugarme el todo por la nada, quizás
por el más mínimo suspiro
tímido que canta un te amaré
frágil que desvanece el silencio
por el murmullo que se suma
a la colección de las caricias
por nuestro mundo y el tiempo
por la vida y nuestra crónica

ojalá pudiera
hombre de mis labios
quedarme contigo por siempre
ojalá pueda
amigo de mis días
quedarme contigo hasta el final

ojalá
amor
ojalá
no se te gaste el cuerpo
de tanto tenderlo a mi lado.


felices veintidós meses... un año y diez meses... muchos días.. y muchos más.
te amo.