sí la vida es corta, y esta es toda la vida que conozco. te contaré que mis días se remontan desde un seis de julio de milnueveochentaisiete, hasta un veintiocho de octubre de dosmilocho. no sé cuántos serán esos, ni me interesa creo. sé que son muchos y pocos a la vez, pero al fin y al cabo suficientes para vivir aquello que he vivido, espectadora de mi historia que no concebirá un final hasta que el fin ya haya llegado. heme protagonista de las mismas travesías que me gustaría escribir, fruto de elecciones y perezas, sueños cumplidos y metas allá en el horizonte.
veintiún años y unos meses, víctima de la propia visión de mí misma. purgativa y perfeccionista vida que vivo... que suena como el mismo infierno de las caricaturas. pero qué absurdo, si veintiún años es todo lo que cargo en mis brazos y mi espalda, veintiún años de lo que con orgullo llamo mi vida. ni parecido al suplicio que parece ser si te cuento quién soy yo, dentro de las múltiples paredes que me ha impuesto el cuerpo. si te acercas lo suficiente tal vez - y no te lo aseguro - veas a través de mis ojos enormes lo que oculto de moros y cristianos. pero no es fácil, no, hay muchos que darían fe de ello.
qué vida la mía, tan corta y sin embargo es todo lo que tengo. maravillosa con sus días soleados, atormentada porque quiere, cuando quiere y con nubes lluviosas inventadas. el día que pueda objetivar mi vida será el día de mi muerte, cuando creo no quede más de mí que la esencia y el espíritu, sin razón irracional ni sentimientos extremadamente sentimentales que me llenan hoy.
y mañana.
y claro, también el resto de la vida, empezando por hoy, veintinueve de octubre.
veintiún años y unos meses, víctima de la propia visión de mí misma. purgativa y perfeccionista vida que vivo... que suena como el mismo infierno de las caricaturas. pero qué absurdo, si veintiún años es todo lo que cargo en mis brazos y mi espalda, veintiún años de lo que con orgullo llamo mi vida. ni parecido al suplicio que parece ser si te cuento quién soy yo, dentro de las múltiples paredes que me ha impuesto el cuerpo. si te acercas lo suficiente tal vez - y no te lo aseguro - veas a través de mis ojos enormes lo que oculto de moros y cristianos. pero no es fácil, no, hay muchos que darían fe de ello.
qué vida la mía, tan corta y sin embargo es todo lo que tengo. maravillosa con sus días soleados, atormentada porque quiere, cuando quiere y con nubes lluviosas inventadas. el día que pueda objetivar mi vida será el día de mi muerte, cuando creo no quede más de mí que la esencia y el espíritu, sin razón irracional ni sentimientos extremadamente sentimentales que me llenan hoy.
y mañana.
y claro, también el resto de la vida, empezando por hoy, veintinueve de octubre.