desde hace unas horas me han dado unas ganas casi irreprimibles de tumbarme sobre mi espalda, mirar el techo y llorar. menos mal que existe ese casi, menos mal que aún sigo sentada tras la pantalla del mac, leyendo y releyendo lo de ayer, lo de hoy, lo de mañana... en esta rutina sin fin que no parece acabar. dicen que no acaba y creo que no acabará. menos mal que sigo, porque "ay de mí si no lo hago": perpetuaré el ciclo eterno que me tortura de vez en cuando.
me denomino mártir y me creo el papel autoflagelándome por una causa que perdí hace tiempo; que quizás muchos de nosotros perdimos hace años (y algunos todavía no se dan cuenta...). mi sentido es tan distinto que no sé cómo congeniarlo con esta competencia macabra que se nos ha instalado en las mentes y razones. qué hago con mis manos y corazón, qué hago con mis ojos y las lágrimas que he aprendido a reprimir gracias al tiempo, los rostros amigos, los rostros maestros. me gustaría ser la misma niñita de carita redonda que cruzó la puerta del hall codo a codo con su hermano mayor, llena de expectativas y sueños ingenuos. de ella poco queda, a ella le han quitado tantos ideales, tanta preguntas, tantas verdades. me gustaría volver a las primeras palabras que dije en voz alta y clara.
y por qué quieren ser médicos? siempre hemos sabido el porqué, la gracia está en recordarlo. por favor, no me hagan olvidarlo.
me denomino mártir y me creo el papel autoflagelándome por una causa que perdí hace tiempo; que quizás muchos de nosotros perdimos hace años (y algunos todavía no se dan cuenta...). mi sentido es tan distinto que no sé cómo congeniarlo con esta competencia macabra que se nos ha instalado en las mentes y razones. qué hago con mis manos y corazón, qué hago con mis ojos y las lágrimas que he aprendido a reprimir gracias al tiempo, los rostros amigos, los rostros maestros. me gustaría ser la misma niñita de carita redonda que cruzó la puerta del hall codo a codo con su hermano mayor, llena de expectativas y sueños ingenuos. de ella poco queda, a ella le han quitado tantos ideales, tanta preguntas, tantas verdades. me gustaría volver a las primeras palabras que dije en voz alta y clara.
y por qué quieren ser médicos? siempre hemos sabido el porqué, la gracia está en recordarlo. por favor, no me hagan olvidarlo.
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