basta de sequía. no querían mis dedos arrojarse al teclado tan pronto, tan luego, por temor a erigir sólo palabras de agravio y cercanas al odio. pero ya pasó la tormenta, aunque para tantos sea difícil de creer, aunque incluso para mí parezca de pronto una falsa realidad. se terminó el ir y venir de comentarios maliciosos, el sinfín de pensamientos que me agobiaron una que otra noche. por increíble que suene, doy un paso más, apuro la marcha, dejo atrás lo que atrás debe ser dejado. me gustaría decir que comienzo de cero, en parte por lo lindo que suena: volver a creer, volver a confiar. pero no, comienzo exactamente desde aquí, desde donde dejé la historia. parto con el pie izquierdo (siempre) con todo el aprendizaje como escudo, como bandera, como sea. y es que si se me deben notar los años transcurridos, que se expresen en madurez, en gracia, en limitado - mas no por eso reducido - conocimiento de causa.
porque miro a mi alrededor, miro mi propio rostro reflejado en el espejo del baño cada mañana de mi vida, y veo cómo tengo tanto que agradecer. desde todos los afectos recibidos, pasando por los hermosos días de lluvia y sol, hasta mi sonrisa que no logra borrarse. seré una ingenua empedernida u optimista en exceso, tal vez una eterna romántica. probablemente todas las anteriores, a mucha honra, sin una gota de vergüenza por ello. seré todo aquello y mucho más, y pucha qué rico es poder reconocérselo.
lo he visto todo, pienso, y es un hecho fehaciente que no es verdad. me falta tantísimo por conocer, tanto de qué sorprenderme aún. pero sigo pensando, lo he visto todo. cuando la vida se encarga de la forma más dura de refregarte en la cara cuán inocente has sido, crees haberlo visto todo... sentido todo, gritado todo, amado/odiado todo. sin embargo no, es sólo el comienzo. y a pesar de cuánto pueda doler muchas veces, me quedo siempre con la opción de levantar la cabeza y poner la frente en alto. seguir buscando del mundo, todo lo que vale la pena. no descansar hasta hacer brillar otros ojos que sean capaces de hacer brillar los míos.
y no me enojo con la vida. porque al final todo lo sucedido puede ser la consecuencia de tanto escupir al cielo.
1 comentario:
bienvenida de vuelta...
hacías falta por acá...
uuuuhhhh, ojalá no me dé Alzheimer muy luego porque me gustaría juntarme contigo en 20 años y preguntarte si efectivamenete habías visto mucho a tus veintitantos o no... y quiero poder estar cuerda para escucharte...
¡esa es la actitud! fuerza , mujer hermosa que los horizontes preguntan por ti...
abrazos múltiples de una que te lleva un tiempo de delantera...
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