rebelión.

qué injusticia. me levanto contra el sistema y reclamo mi derecho a tenerte otra vez. me paro, alzo manos y voz contra todo aquello que te aleja un segundo o un metro de mí. me rebelo contra tu pata coja, el auto inexistente, tus prácticos en reñaca, tu casa en jardín, mi departamento en viña, mis clases en la escuela. me rebelo HASTA contra segovia y su policlínico, su glassgow y las clases del doctor idiaquez. me retiro indignada de todas las ocasiones que te dejan un poco menos al alcance de mis besos.

y que se me unan los rebeldes de esta vida, quienes - como yo - no se conforman con el tiempo que queda o el espacio que sobra, quienes se jactan irrespetuosamente de decir no basta. porque si bastara el cachito de tiempo, la mugrecita de espacio, entonces qué sentido tiene. soy ambiciosa y lo admito. soy adicta a la manera en que me miras y la quiero todo el día para mí.

únanse amigos/as adictos/as a la subversión. que nada ni nadie nos diga cuándo (ni menos cómo) debemos amar. que no nos digan cuánto (ni menos dónde) debemos extrañar. y si quiero estar siempre contigo, que nadie me diga obsesiva. como dijo un sabio y una amiga me lo recordó justo hoy:

si no es ahora, cuándo. si no eres tú, quién.